Rubén Aguilar Valenzuela
En las sociedades democráticas la transparencia, la rendición de cuentas y el derecho a la información son obligaciones del gobierno. La ciudadanía tiene derecho a saber cómo se invierten los recursos públicos y cómo se toman las decisiones políticas, económicas y sociales que le conciernen.
La administración federal pasada decidió crear la figura del portavoz presidencial. Su surgimiento se sustenta en dos principios democráticos básicos: el derecho a saber del ciudadano y la obligación de informar por parte de las autoridades.
Las necesidades de información de la ciudadanía y de los medios han hecho que la figura del portavoz o del vocero del gobierno se convierta en una instancia necesaria y fundamental de los gobiernos democráticos.
El portavoz presidencial citó a una conferencia de prensa diaria para informar de la acción del gobierno de abril de 2005 a noviembre de 2006. Fueron 20 meses. La creación de esta figura provocó todo tipo de reacciones. Unas en favor y otras en contra.
A continuación se da cuenta de esta experiencia de comunicación política que era nueva para México, pero que constituye una práctica común en las democracias consolidadas.
I. Los fundamentos
El gobierno democrático siempre debe considerar la perspectiva de la ciudadanía en su derecho a una información cierta, oportuna y suficiente. ésta no es tarea exclusiva del gobierno, sino una responsabilidad que comparte con los medios.
Lo que se espera de un gobierno que se asume como democrático es que cumpla con un esquema de comunicación activa. Si un gobierno quiere usar la comunicación para gobernar y debe hacerlo, pues la comunicación le permite gobernar mejor resulta indispensable que logre comunicar bien los problemas que lo ocupan y, más aún, que sea muy claro sobre su estrategia para solucionarlos.
La comunicación política fomenta un contacto permanente entre el ciudadano y su representante, haciendo de los medios el mecanismo habitual para someter a evaluación las acciones de este último. Aquí radica la importancia de los medios, pues se convierten en el espacio para colocar datos que responden al interés general.
La visión del gobierno de la alternancia en materia de comunicación política fue la de fomentar y propiciar una nueva cultura política-mediática, con fundamento en los valores democráticos, que permitiera a los ciudadanos conocer las razones de las decisiones y políticas públicas. Se rompía así con viejas prácticas y maneras. No todos aceptaron y entendieron esta nueva realidad. Sigue siendo un punto de discusión y debate.
En el marco de esta visión surge la figura del portavoz que se establece como el canal de comunicación entre la Presidencia y los medios. él se hizo cargo de emitir y también de aclarar la información sobre las actividades gubernamentales, además de proporcionar los datos necesarios para que el ciudadano pudiera, a través de los medios, evaluar el quehacer cotidiano del Presidente y del gobierno federal.
El portavoz presidencial se convirtió, también, en eje y coordinador de la comunicación de las distintas dependencias del gobierno. Finalmente, al dar respuesta a los asuntos de la coyuntura, la labor del portavoz se propuso evitar que el Presidente tuviera que pronunciarse sobre esos temas que, por su naturaleza, son los que provocan el mayor desgaste.
II. Los objetivos
La Presidencia de la República realizó a fines de 2004 un diagnóstico sobre la comunicación del gobierno que concluyó era necesario establecer la figura del portavoz, para responder a la creciente demanda de información de la sociedad sobre la gestión pública. También identificó la conveniencia de responder a la necesidad de los periodistas de la fuente presidencial, impuesta por sus propios medios, de buscar la opinión del Presidente sobre los temas de la coyuntura.
Otro de los aspectos evaluados fue la pertinencia de ampliar la presencia de la agenda presidencial en los medios. Para ello, se requería mejorar la capacidad de generar noticias; fortalecer la imagen del gobierno ante la opinión pública, y hacer más eficiente la respuesta inmediata de la institución ante los temas de coyuntura.
La creación de la figura del portavoz presidencial pretendió, desde un inicio, facilitar la tarea de los periodistas de la fuente presidencial al existir una estructura que todos los días respondiera a sus preguntas y que, a su vez, atendiera de manera institucional las necesidades de información de los medios nacionales e internacionales.
Concebida como una estructura institucional diseñada en función de la realidad mexicana, la oficina del portavoz presidencial se estructuró a partir de cuatro objetivos:
1) Informar sobre las principales acciones, programas, estrategias y logros de la gestión del gobierno federal
Lo común es que los gobiernos tengan una oficina especializada de comunicación que difunde información cotidiana y permanente a los medios. Lo nuevo era el cumplimiento de este propósito a partir de una conferencia diaria. En ella se abrió el espacio para que el portavoz presidencial, junto con los secretarios de Estado y otros funcionarios del gabinete, explicaran la estrategia y las acciones del gobierno federal y, al mismo tiempo, presentaran los resultados más relevantes en las áreas bajo su responsabilidad.
2) Posicionar temas de la mayor relevancia para la Presidencia ante la opinión pública
En una arena en la que prevalece la competencia por el espacio mediático entre los distintos actores, la tarea de hacerse presente en la agenda de los medios y agencias de información es un hecho que los gobiernos no pueden omitir.
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