Indudablemente, no sólo estamos en una época de cambios, el asunto es más profundo, vivimos un cambio de época. Por lo menos así lo han documentado autores como Alvin Toffler[1] (1970, 1980, 1990, 2006). Daniel Bell[2] (1973). Peter Drucker[3] (1993). Manuel Castells[4] (2001, 2002). Juan Urrutia[5] (2009). David De Ugarte[6] (2007, 2009) y Pekka Himanen[7] (2001). Salvo algunas diferencias conceptuales, todos coinciden en lo esencial: el recurso más importante y determinante de esta nueva época es el conocimiento. De hecho, la generación, el procesamiento y la transmisión de la información se convierten en las fuentes fundamentales de la productividad y el desarrollo. Es más, los servicios basados en el conocimiento habrán de convertirse en la estructura central de la nueva economía y de una sociedad apuntalada en la información.
El mensaje es claro, si Colombia quiere subirse al tren de la Era de la Información y abrirse paso en la economía del conocimiento, debe formar a sus ciudadanos, debe convertir a sus nuevas generaciones en trabajadores del conocimiento.
Ahora bien, ¿Qué es un trabajador del conocimiento?
Un trabajador del conocimiento es todo aquel cuya materia prima es la información y el conocimiento. Toffler define este último como datos, imágenes, símbolos, cultura, ideología y valores.[8] Yo le agrego modelos teóricos, conceptos e instrumentos de conocimiento.
Peter Drucker definía al trabajador del conocimiento como una persona con visible grado de desarrollo personal y profesional, gran destreza digital e informacional, autónomo en el desempeño y en el aprendizaje permanente, con capacidad creativa y actitud innovadora.[9]
El trabajador del conocimiento se define, en gran medida, por su capacidad de innovación: capacidad de elaborar conocimiento y aplicarlo.
En esta nueva realidad el concepto de conocimiento ha cambiado: conocimiento no es saber mucho de algo, estar informado, tener idea sobre algo, no es erudición. Conocimiento ahora significa:
- Información eficaz en acción
- Capacidad para la acción
- Aplicación y uso productivo de la información
- Información que se ha puesto a producir
- Saber Hacer
- Es la utilización inteligente de información relevante por personas que lo utilizan dentro de un contexto determinado para un propósito
- Es un acto humano, no un objeto que se pueda almacenar, reutilizar o gestionar, que se basa en la interpretación de datos para actuar.
De manera pues que para hacerle frente a los retos que esta economía del conocimiento plantea ya no son necesarios más trabajadores industriales, se requieren trabajadores del conocimiento.
Ahora bien, existen dos tipos de trabajadores del conocimiento. Los profesionales industriales y los Analistas Simbólicos.
Los profesionales industriales:
- Hacen un uso rutinario del conocimiento.
- Fueron educados (capacitados) para satisfacer la demanda del mercado laboral industrial.
- Tienen poca autonomía y están sujetos a rutinas laborales tipo fábrica.
- Cumplen horarios fijos, marcan tarjeta y realizan tareas establecidas por un manual de funciones.
- Son poco creativos y están inmersos en ambientes laborales donde no se promueve la innovación.
El Analista Simbólico en cambio:
- Es un experto trabajador del conocimiento quien no solo opera con información, sino que sabe transformar dicha información en conocimiento relevante.
- Domina poderosas herramientas que le permiten organizar el conocimiento.
- Aprehende de manera autónoma. Se mueve como pez en el agua por el mundo de internet.
- Piensa de forma sistémica.
- Tiene capacidad de abstracción.
- Posee espíritu de colaboración.
- Desarrolla competencias Intrapersonales e Interpersonales para el trabajo en equipo.
- Es proclive a la experimentación.
- Es muy hábil para la conceptualización.
- Despliega una amplia capacidad comunicativa e interactiva.
- Es altamente creativo e innovador.
- Tiene capacidad para ver las conexiones entre ideas, campos de conocimiento y conceptos.
Como es apenas lógico, un Analista Simbólico goza de más autonomía que un profesional industrial. Por ende, ya no busca solamente un empleo, sino trabajos que satisfagan sus intereses. Puede trabajar a distancia, con horarios flexibles, puede llevar a cabo su trabajo de forma individual o participar en proyectos colectivos de construcción de conocimiento como los que se llevan a cabo en un TALLER ARTESANAL.
¿Y sus ingresos? Pues son directamente proporcionales a la complejidad y calidad del conocimiento que domine y produzca. Por tal razón, y a diferencia de un profesional industrial que debe esperar cinco años para empezar a facturar, el Analista Simbólico puede ofrecer sus servicios acorde a su capital intelectual acumulado, el cual, no viene representado sólo por un diploma de pregrado, especialización, maestría o doctorado, sino, demostrado por su producción y experiencia, la cual es de conocimiento publico.
Transitar de una sociedad industrial basada en el capital, el trabajo y la tierra, a una sociedad cimentada sobre la información y el conocimiento, trae como consecuencia un dramático cambio en la formación de los nuevos profesionales.
Tal realidad deja al descubierto dos opciones: o se sigue educando para el cada vez más agonizante trabajo industrial o se forma para la producción de conocimiento relevante. En el primer caso se educarán profesionales que pasarán a engrosar las filas de los desempleados, pues sus conocimientos ya no serán tan demandados dada la sobreoferta de trabajadores industriales con esas mismas "aptitudes" y contando con suerte quienes logren acceder a un empleo, serán mal remunerados. En el segundo caso se formaran ANALISTAS SIMBÓLICOS.
Actualmente, en NINGUNA[10] institucion educativa (colegios, institutos y universidades) se forman Analistas Simbólicos.
Así las cosas mi propuesta es la siguiente:
Como Consultor Artesano y Analista Simbólico, estoy en capacidad de formar trabajadores del conocimiento, específicamente analistas simbólicos que podrán:
- Aprender a Aprehender
- Aprehender a acceder al conocimiento
- Aprehender a procesar información y transformar dicha información en conocimiento relevante.
- Aprehender a LEER y ESCRIBIR (ensayos, monografías, tesis, proyectos, etc)
- Pensar de forma sistémica.
- Tener capacidad de abstracción.
- Ser proclives a la experimentación.
- Tener espíritu de colaboración.
- Desarrollar competencias Intrapersonales e Interpersonales para el trabajo en equipo.
- Ser muy hábiles para la conceptualización
- Ser altamente creativo.
- Desplegar una amplia capacidad comunicativa e interactiva.
- Ver las conexiones entre ideas, campos de conocimiento y conceptos.
¿Quién puede hacer uso de mis servicios?
Bachilleres
Solo uno de cada diez bachilleres en Colombia ingresa a la Universidad. Son mano de obra barata utilizada en oficios industriales. Por su labor escasamente reciben un salario mínimo. Si se forman como Analistas Simbólicos podrán:
- Asistente de investigación.
- Capacitador en herramientas de investigación.
- Formador de analistas simbólicos.
- Podrá ser parte de equipos de producción de conocimiento colectivo.
- Podrá ingresar a TALLERES ARTESANALES de producción de conocimiento.
Universitarios
La gran mayoría de estudiantes universitarios todavía están siendo educados para convertirse en profesionales industriales. Tienen dificultad para procesar textos académicos, leer y escribir ensayos, argumentar e investigar. Cuando salen al mercado laboral, tienen dificultad para acceder a un empleo y cuando lo hacen no son justamente remunerados.
Un universitario que se forme como Analista Simbólico estará en capacidad de ofrecer sus servicios como:
- Asistente de investigación.
- Capacitador en herramientas de investigación.
- Formador de analistas simbólicos.
- Podrá ser parte de equipos de producción de conocimiento colectivo.
- Podrá ingresar a TALLERES ARTESANALES de producción de conocimiento.
Profesionales
Salvo contadas excepciones (universidades de elite) las universidades están produciendo profesionales industriales que hacen un uso rutinario del conocimiento y salen a engrosar las filas de los desempleados o mal pagados.
Un profesional que se forme como Analista Simbólico estará en capacidad de ofrecer sus servicios como:
- Investigador
- Consultor
- Capacitador en herramientas de investigación.
- Formador de analistas simbólicos.
- Podrá ser parte de equipos de producción de conocimiento colectivo.
- Podrá ingresar a TALLERES ARTESANALES de producción de conocimiento.
Mí propuesta también va dirigida a instituciones tales como:
- Colegios
- Centros de educación para el trabajo y el desarrollo humano
- Universidades
Sin lugar a dudas, las instituciones que más pronto tomen conciencia del advenimiento de una nueva Era apalancada en la información y el conocimiento, más rápido empezarán a sacar provecho. De lo contrario, se verán rezagadas, eso es lo único seguro, el rezago.
Ahí está pues la propuesta. Si te interesa ya sabes donde puedes encontrarme. Aquí.
[1] El Shock del Futuro. La Tercera Ola. El Cambio del Poder. La Revolución de la Riqueza
[2] El Advenimiento de la Sociedad post-industrial
[3] La Sociedad Poscapitalista
[4] La Era de la Información Vol. I "La Sociedad Red". La Era de la Información Vol. II "El Poder de la Identidad". La Era de la Información Vol. III "Fin de Milenio"
[5] El Capitalismo que Viene.
[6] El Poder de las Redes Sociales. Files: la democracia económica en el siglo de las redes. De las Naciones a las Redes.
[7] La Ética del Hacker y el Espíritu de la Era de la Información.
[8] Alvin y Heidi Toffler "La creación de una nueva civilización" 1994
[9] Peter Drucker "La sociedad poscapitalista" 1993
[10] Cuando digo "ninguna" no exagero, créeme, salvo algunos colegios que forman parte de la Red de Pedagogía Conceptual que tienen una cátedra de "lectores competentes", lo mismo que el Instituto Alberto Merani. En ninguna parte forman Analistas Simbólicos.
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